viernes, mayo 13, 2005

Del rebaño a la jauría

Al interior de las democracias actuales, señala Noam Chomsky en un texto al alimón con Ignacio Ramonet (Cómo Nos Venden La Moto -Información, Poder y Concentración de Medios-), existen dos maneras de funcionar: 1) sirviendo a los amos – los representantes de los mercados financieros y las redes y medios de información- desde una clase social especializada que, si hace bien su trabajo, puede acceder al poder político ó 2) formando parte de el Rebaño Desconcertado, o sea, la mayoría de la gente que, desde el punto de vista de los primeros, es demasiado estúpida para comprender las cosas y se vuelve un problema cuando pretende participar; por lo tanto hay que evitar que ésta brame y pisotee, y para ello habrá que distraerla.

La clase especializada, la cual integra a periodistas, intelectuales, publicistas, políticos y gobernantes asume, entonces, la función de pastores de ovejas, con la fundamental diferencia en las actuales democracias tardías, específicamente en América Latina, de que su tarea de control y manipulación ya no es tan elemental y sí más temeraria; debe decirse que el llamado rebaño aludido por Chomsky, se ha convertido en algo distinto a lo que un pastor es capaz de controlar.

La masa o Rebaño Desconcertado se ha convertido en algo más complejo que ovejas descarriadas que hay que regresar al carril; en los pueblos sometidos, controlados y devastados por sus gobiernos, que no ven más allá que su horrenda cara en el espejo, el rebaño explosivo se ha vuelto implosivo, el rebaño es ahora una enorme Jauría Hambrienta que se devora ella misma.

La masa ha decidido hacer mutis. El hambre, miseria, injusticia y violencia que soporta llegan al punto que le son indiferentes. Desaparece antes de seguir el sentido que acabará con la dignidad colectiva. Se agota en sentido contrario a toda dirección, escapa sin sentido y sin búsqueda de sentido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Del Rebaño a la Jaurìa, entiendo, es un paso a un nivel de mayor misantropía